martes, 10 de abril de 2012

La de la mirada triste.

Estas semanas he estado rebuscando por las cajas viejas de fotos de mis padres ya que una prima mia me había pedido algunas copias para un asunto que ella se trae entre manos, de este modo y al abrir la caja de lata vieja heredada de mi abuela por mi madre y donde durante generaciones se han guardado las fotografías familiares un aire de nostalgia me ha venido a la mente y al mismo tiempo me he dado cuenta de que no le había dedicado ningún post a ella. Si que he hablado de ella muchas veces en otras entradas pero jamás había protagonizado una.
Mi abuela Magdalena, o como la llamaban aqui en Muro la " Ti Madalena", fue una de las familiares mas importantes de mi vida y es que desde que tengo uso de razón ella siempre ha vivido en mi casa, y ha compartido con nosotros todas las experiencias de la vida.
Magdalena Quesada Martinez nace en la pedanía de Guazamara perteneciente a la población almeriense de Cuevas del Almanzora a principios de siglo XX. Digo que ha principios del siglo XX porque no sabemos con exactitud ni el dia ni el año de su nacimiento, y es que ni ella misma lo sabía. Tampoco en el registro civil aparece reflejada, cosa que no es nada rara ya que durante aquellos años no era inusual que a los padres se les olvidara ir al registro civil, i mas si se trataba de una niña. Tampoco nos podemos apoyar en los registros bautismales ya que estos fueron incendiados en 1936 por lo que tenemos que hablar por referencias, lo que si sabemos es que debió nacer entre 1907 y 1909 ya que después de ese año nace su hermano Isidoro menor que ella y que si aparece registrado en el registro civil.
vieja caja de lata donde se guardan las fotos
 heredada de mi abuela
Bueno mi abuela era la tercera por la cola de una infinidad de hijos que tuvieron mis bisabuelos, ya que entre vivos y muertos de pequeños he llegado a perder la cuenta, y eso que mi bisabuelo murió bastante joven.
La vida de mi abuela no fue precisamente un valle de rosas y eso se le reflejaba en la cara y en su carácter fuerte y arisco propio de una persona que vivió momentos difícil en una España negra y triste como fue la que le tocó vivir a ella. Hija de una familia terrateniente venida a menos se vió obligada a trabajar desde bien pequeña ya que mi bisabuela al quedarse viuda joven y con una mentalidad aún de "señorita andaluza"se negó siempre a trabajar. Por ello mi abuela al igual que todas sus hermanas pequeñas, no así las mayores, no acudieron nunca a la escuela por lo que no se enseñaron nunca a leer ni a escribir. A los 13 años de edad se ve obligada a abandonar su pueblo, en Almeria, y trasladarse a la población de Alcoy junto con su hermana mayor Ana la cual estaba casada con un Guardia Civil al que habían trasladado a esa población. Su hermana había decidido llevarse con ella a mi abuela para que le hiciera compañía y también para que pudiera trabajar sirviendo o ayudando en las labores de alguna casa.
Contaba mi abuela que pronto se puso a servir en la casa de un mando del cuartel de la guardia civil, se que alguna vez me dijo la graduación de dicho personaje pero lamentablemente se me olvidó al largo de los años. También contaba con curiosidad como aquella mujer estirada y como ahora diríamos pija hasta la saciedad le hablaba en un castellano que ella no acababa de entender por lo que mas de una vez se prestaba a la confusión. Me contaba mi abuela, creo que es la única anécdota que me contó de su vida, ya que como he comentado su carácter no era precisamente abierto y jamás contó nada de su juventud mas allá de lo necesario, que un día dicha señora le encargó ir a comprar unos repollos para hacer un caldo, mi abuela no entendió muy bien lo que aquella señora le mandaba, pero por no molestarla preguntando que es lo que en verdad quería se dirijio al mercado adquiriendo dos buenos pollos que era lo que ella pensaba que le habían pedido. Al llegar a la casa la mujer se cabreo bastante y al explicarle a mi abuela lo que en realidad quería mi abuela le contesto que aquello que pedía no eran repollos que en sus pueblo siempre habían sido coles. Y es que como ella decía los pobres comíamos coles mientras que los ricos comían repollos.
Viviendo allí en Alcoy conoció a mi abuelo Gines un muchacho un par de años más mayor que ella y también de su pueblo
Mi abuela con mi madre mi hermana y un sobrino en la basilica del Tibidabo.Una de las pocas fotos donde sonrie
.Él había venido a Alcoy procedente de Suiza donde había emigrado con 16 años junto con su hermano mayor a trabajar en un taller mecánico, pero al ser reclamado para incorporarse al servicio militar y por miedo a que le declarasen desertor volvió a España estándose en Alcoy que es donde le había tocado realizar la mili. A los pocos días de empezar el servicio militar fue declarado inútil para ello, sin embargo decidió quedarse a trabajar como barrenero en la vía que debía unir Alcoy con Alicante y que jamás se concluyó. Fue entonces cuando conoció a mi abuela y iniciaron su relación. Cuando mi abuela le comunicó a su madre que tenía novio ella se opuso con todas sus fuerzas, al igual que lo había hecho con todos los novios de sus hijas, y es que en su mentalidad anclada en su pasado cómodo todos los hombres eran poco para sus hijas, y más mi abuelo que era el hijo del cochero que habían tenido en casa. Debido a ello mis abuelos deciden huir a la población leridana de Camarasa donde contraen matrimonio secretamente, en esa población mi abuelo se coloca a trabajar en la construcción del pantano de la población de Balaguer.
Es en esa población donde nace el 21 de Abril de 1931, en plena euforia por la proclamación de la república, su primer hijo Celedonio.
Es en este momento cuando pierdo un poco la pista de su vida, aunque cuando estalla la guerra civil ya están otra vez afincados en Alcoy. Las peripecias vividas por mis abuelos durante la guerra civil ya las conté en un anterior post por lo que no voy a volverlas a relatar. Simplemente decir que toda la familia se traslado a el pueblo de Palomares en Almeria donde vivía una hermana mayor de mi abuela, librándose de este modo de los bombardeos y el hambre así como el clima revolucionario que se vivía en la ciudad de Alcoy. Fue allí donde nació su tercer hijo en 1937, anteriormente(1933) habían tenido en Alcoy a su segundo hijo.
Bueno en cuanto a lo vivido en su juventud y madurez se poco mas simplemente que después de volver a Alcoy se fueron a vivir a la Calle San Roque, montaron una vaquería y vivieron del campo toda su vida.
Al morir mi abuelo por un derrame cerebral el 5 de enero de 1969, mi abuela se trasladó a vivir a Muro donde vivían mis padres que no hacía ni un año que se habían casado. Teóricamente el traslado fue para una temporada pero esta se convirtió en una estancia de 31 años.
Mi abuela como ya he dicho no era una persona abierta mas bien era reservada y su carácter era mucho mas que fuerte, jamás no dirigió palabras de cariño ni demostró lo que sentía hacia nosotros, aunque yo se que nos quería y mucho, ya que una de las cosas que recuerdo era un día que de pequeño cogí la gripe y ella se sentó junto a mi cama hasta que me dormí.
Era una persona religiosa de todos los domingos a misa y fervorosa creyente de Virgen del Carmen y de Santa Rita de Casia. Recuerdo sus ojos azules penetrantes con un brillo de tristeza y melancolía propios de una persona que ha sufrido. Recuerdo haberla visto sonreír poco y mucho menos su risa, aunque las pocas veces que reía lo hacia con efusividad.

Mi abuela conmigo en brazos junto a su hermana Antonia
y mis cuatro hermoanos durante unas vacaciones en Palomares.

Debido a su carácter tenía numerosos enfrentamientos con mi madre y conmigo mismo, pero luego estos pasaban rápido, jamás levanto la mano a ningún nieto aunque si que recuerdo que en su ultima etapa de la vida cuando la cabeza no le regia bien su violencia fue a mas y tuvimos algunos episodios algo desagradables. Fue una persona fuerte que jamás estuvo enferma, solo en una ocasión estuvo ingresada en el hospital debido a un ataque de diabetes que apunto estuvo de costarle la vida cunado yo aún no había nacido, es mas a mi padre le llegaron a firmar los médicos la defunción de mi abuela dos veces. Conservo pocas fotos de ella ya que era poco amante de ser fotografiada, y de ella de joven no tengo ninguna. La primera foto que conservo de ella es una donde tendría cerca de 50 años y donde aparece con su marido y 3 de sus 4 hijos. En esa foto ya tenía ojos melancólicos.
De ella lo recuerdo casi todo de como me daba 25 pesetas todos los fines de semana pensando que eso era una fortuna, de como cuando era pequeño me iba con ella a misa y después al parque de la Era a hablar con sus amigas y como de vuelta a casa pasábamos por el kiosko de Rosario para que me comprara alguna chuchería o juguete. También la recuerdo diciendo que no llegaría a verme tomar la comunión y si no fuera porque soy un soltero convencido me hubiera visto hasta casarme. Uno de los recuerdos mas entrañables que guardo de ella es en la boda de uno de mis hermanos donde entré a la iglesia en la comitiva con ella del brazo ya que yo era el único que no tenia pareja. Recuerdo que íbamos los últimos detrás de los novios y de mis otros hermanos, y ella avanzaba despacio y me cogía fuerte del brazo mientras recorríamos el largo pasillo de la iglesia neoclásica de Muro. Fue la ultima celebración a la que acudió ya que en noviembre del año siguiente falleció con casi 93 años de edad. A mi sus últimos días me pillaron viviendo en Valencia por lo que no pude estar a su lado en sus ultimas horas ya que solo me avisaron de su estado cuando ya había fallecido. Según cuentan falleció rodeada de la mayoría de sus nietos, los que vivieron con ella y los que no. Cuando me dijeron que había fallecido tuve que decirle a mi madre donde guardaba la ropa con la que mi abuela quería que la enterraran ya que solo yo y ella sabíamos donde estaba. Recuerdo cuando me enseño la ropa y me dijo que quería que la vistiera yo, cosa que no pude hacer porque no estaba allí, no se si por suerte o por desgracia.
Cuando ella murió y al paso de los días nos dimos cuenta del vacio que dejó en nuestras vidas, que hechabamos de menos sus gritos sus peleas y sobre todo su compañia. Yo que duermo al lado de la habitación donde ella dormía, hoy reconvertido en cuarto de costura y biblioteca, a veces me parece oírla levantarse o rezar como lo hacía todas las noches, también me gusta imaginarla sentada en su sillón al lado de la ventana del comedor o paseando por el patio con su bastón o "gallao" como ella decía.
En fin esta era mi abuela una persona de fuerte carácter forjado en una vida difícil, enigmática, triste y difícil de comprender. A veces pienso que su carácter era un método de defensa ante la vida que le tocó vivir en su juventud,también me planteo si alguna vez fue realmente feliz y quiero pensar que si, que por lo menos en su última etapa de su vida tuvo una vida cómoda y placentera, que vivió rodeada de su hija y sus nietos, aunque también sufrió muchas ausencias de sus otros hijos y nietos de lo que ella nunca se quejó aunque se le notaba su pena. Espero que a pesar de todo mi familia y yo lográramos hacerla un poco mas feliz.
Con cariño de su nieto.

Corredor.